El otoño
trae buenas noticias para todos aquellos a quienes nos apasiona Javier Marías. Y
es que el escritor está de vuelta. Afortunadamente, no ha pasado mucho tiempo
desde Los enamoramientos, su última y
exitosa novela (esa que, según ha relatado varias veces, estuvo a punto de no
publicar por dudar de su calidad), pero siempre es agradable encontrarlo sobre
las mesas de novedades de las librerías. El escritor madrileño acaba de
presentar Mala Índole. Cuentos aceptados
y aceptables (Alfaguara), un libro que reúne sus mejores relatos y que nos
ofrece un recorrido por toda la amplia trayectoria narrativa del autor de Tu rostro mañana. En el oficio de la
literatura, el también ensayista y columnista es todo un veterano, y él mismo recordaba
en un encuentro con la prensa cómo se han cumplido ya 41 años de su primer
libro, Los dominios del lobo.
En Mala índole encontramos 23 relatos “aceptados”,
entre ellos los exitosos ‘Mientras ellas duermen’ y ‘Cuando fui mortal’, y uno
inédito, el que da nombre al libro, y que originalmente se publicó en El País por entregas durante un verano. En
este relato el lector se reencontrará con un viejo conocido de la narrativa de
Marías: Ruibérriz de Torres, quien nos llevará de la mano por México durante un
rodaje de un filme con Elvis Presley. Además de los relatos “aceptados”, añade siete cuentos “aceptables” (“de los aceptados no me avergüenzo, pero de
los aceptables digamos que me avergüenzo un poco, pero no demasiado”, confesó),
entre ellos títulos como ‘Serán nostalgias’ o ‘La vida y muerte de Marcelino
Iturriaga’. Desterrados quedan todos aquellos que el escritor considera
inaceptables (“no pienso someterme al bochorno de releer los que conservo”) y
que pertenecen a su etapa de juventud (“una etapa cursi, ya que, como todo el mundo, he tenido mis
etapas”).
Tiene
un cierto aire de nostalgia la nota previa a la edición, en la que advierte,
quizás para que el lector se mentalice, de que es probable que no vuelva a
escribir más relatos, y que por tanto el libro que tiene entre manos esté
llamado a ser su último recopilatorio. “Nada es nunca seguro”, nos dijo a los
periodistas en persona, con la mirada un poco perdida, “pero en los últimos
años he escrito muy poco por las novelas, que me llevan mucho tiempo y me dejan
poco espacio, especialmente Tu rostro mañana”.
“Un cuento puede ser perfecto de la
primera a la última línea”
El cuento
es un género que le gusta especialmente. “Novela y cuento, siendo géneros
narrativos, son muy diferentes. Es complicado que un autor de novela se quede satisfecho
de ellas. La tensión, la intensidad…son cosas que no pueden mantenerse durante
toda la narración. Existen bajadas, tiempos muertos y escenas de transición que
son necesarias. Por eso es difícil que uno quede totalmente satisfecho con el
resultado”, explicó. La clave podría estar, como dijo Juan Benet, en que “a
veces las novelas son buenas por unas páginas o un capítulo”. En lo que al
cuento se refiere, Marías dijo que de este género sí es posible sentirse orgulloso.
“De un cuento se puede decir que te gusta de la primera a la última línea”,
afirmó. El escritor, que sigue empleando el papel, haciendo tachaduras,
anotaciones y demás correcciones, también tuvo palabras para sus autores
predilectos del género. De Carver destacó su gran maestría, pero afirmó que su
influencia en los autores posteriores ha sido nefasta. De Henry James dijo que
quizás era uno de los más grandes cuentistas; Kipling, Chejov, Faulkner o
Maupassant también merecen su reconocimiento, así como Conrad y Chesterton. De España, por su parte, lamentó que no hayamos tenido una tradición cuentista tan sólida como la anglosajona y la de Latinoamérica.
¿Y
qué se encontrará el lector que se acerque a Mala índole? “En mis cuentos he visitado muchos subgéneros, cosa
que nunca he hecho en mis novelas”. Textos por los que se cuelan fantasmas,
mafiosos y asesinos a sueldo, y algún que otro guardaespaldas. Como siempre,
empleando su poderosa narración en primera persona, algo a lo que nunca ha
renunciado: “Soy muy dado a la primera persona, me parece una voz muy
persuasiva, aunque tiene sus dificultades, claro”. Y los temas de los que habla
siempre son “inquietantes”. “Hay mucho desasosiego, el temor de un asesinato,
de un suicidio, y luego están temas que me interesan mucho, como la renuncia,
la tentación y el arrepentimiento…”.
Y para
los cinéfilos, Javier Marías confesó que el prestigioso realizador Wayne Wang
(responsable de Smoke o El club de la buena estrella) se enfrentará al reto de llevar a la gran pantalla Mientras
ellas duermen. No dio más detalles, así que habrá que estar pendientes de la
cartelera.
Me despido
con una reflexión sobre la escritura de Marías, a mi juicio uno de los mejores
escritores de la actualidad –podría decirse que el mejor escritor contemporáneo
de España, aunque a mí no me gusta hablar de “el primero” o el “segundo mejor”,
sino de alguien imprescindible, un autor del que recomiendo tanto novela como
relato–.
“La
escritura da forma a los pensamientos. Una de las razones por las que escribo
es porque me parece que escribiendo pienso mejor sobre las cosas”