viernes, 16 de noviembre de 2012

Ernesto Pérez Zúñiga: “La lectura es capaz de salvar a los hombres”



Leo en el periódico cultural RitmosXXI que el escritor Ernesto Pérez Zúñiga ha ganado el Premio Torrente Ballester con su novela El tercer sonido. Me gustaría darle la enhorabuena al autor, y aprovechar este momento para recuperar una entrevista que le hice el pasado año con motivo de la publicación de su novela, El juego del mono. Además de este galardón, el escritor madrileño también cuenta con el Premio Internacional de Novela Luis Berenguer por su obra El segundo círculo. Espero que os interese la charla que mantuvimos sobre su libro y sobre la literatura en general.

 

El juego del mono (Alianza Literaria), la novela sobre la que le entrevisté, es una obra circular repleta de capas donde el autor madrileño reflexiona, entre otras cosas, sobre la fuerza de la literatura, los territorios fronterizos y la difusa línea entre realidad y sueño. Protagonizada por Montenegro, un desencantado profesor de instituto que emprende un viaje interior en busca del origen de un misterioso manuscrito, El juego del mono es una novela con gran lirismo que atrapa al lector desde el principio y le plantea múltiples interrogantes sobre la sociedad en la que vivimos.

“Escribir esta novela me ha traído muchos recuerdos, puesto que en 1997 fui docente durante unos meses en La Línea de la Concepción y viví en primera persona muchas de las cosas que cuento en el libro. Después de eso, decidí tomarme un tiempo para dedicarme sólo a escribir, y diez años después comencé esta novela, que tiene el sabor a una época pasada y muy importante para mí, por eso ha supuesto una especie de catarsis”, explica Ernesto Pérez Zúñiga. Nacido en Madrid, pero con fuertes raíces andaluzas, hace más de una década Pérez Zúñiga dejó Granada para venir a la capital y centrarse en la literatura, una decisión de la que nunca se ha arrepentido, aunque confiesa que en su momento “fue difícil”. 

Un viaje al infierno dantesco

El protagonista de El juego del mono esMontenegro, un anti héroe en la treintena, un personaje canalla y falto de amor que se va haciendo consciente de sus defectos según avanza la historia. Sin embargo, es un personaje que reflexiona y que vive en primera persona el problema del sistema educativo. A su llegada a un conflictivo instituto de la Línea de la Concepción se encuentra con un ambiente donde reina el caos y el desencanto: profesores que han tirado la toalla y estudiantes que apenas han leído un libro a los que él debe evaluar. El hallazgo de un manuscrito en el sótano de la casa que ha alquilado supone para Montenegro la vía de escape al tedio de la enseñanza. Pero el manuscrito, redactado por un escritor al que una mujer enmascarada retiene contra su voluntad, además de un enigma, también conlleva un viaje al infierno dantesco. “El sótano y el manuscrito empujan al protagonista a un viaje al interior de sí mismo, un viaje hacia la oscuridad, donde la escritura parece ser la única tabla de salvación”, continúa al autor. 

La Sherezade de Las mil y una noches, la Lolita de Nabokov o la narrativa de Onetti son algunos de los acompañantes de Montenegro en un periplo donde la literatura es un personaje más. “He querido que El juego del mono sea un canto a la pureza de la literatura, una de las pocas cosas que es capaz de salvar al hombre”, explica el autor, para quien la lectura posibilita “relacionarnos de manera íntima con las palabras, casi tanto como lo hacemos con los humanos”. Pérez Zúñiga considera que leer, aunque hoy en día “se haya convertido en un acto casi revolucionario”, es vital, y advierte de que una sociedad que no lee ni el pasado ni el presente se puede convertir “en una sociedad que vive como esclava, sin reflexionar”.

 El mono que da nombre a la novela y que acompaña a Montenegro en el descenso a los infiernos, como si de su propia Beatriz se tratara, es otro personaje fronterizo, porque es el animal que más se parece al hombre y en la novela representa los instintos, lo primario. “El mono es un espejo en el que se refleja Montenegro: a través de sus vicios y de la curiosidad que ambos comparten, el protagonista comprende que le separan pocas cosas del animal”. La sociedad actual, explica el narrador y poeta, a veces “se asemeja a estos primates, puesto que vivimos en un ambiente donde la responsabilidad no importa y la gente se deja llevar por impulsos”. También por impulsos se mueven las mujeres de esta historia, unas féminas misteriosas, enmascaradas y a veces mitificadas, como la Lolita de Nabokov, pero siempre fundamentales. “Las mujeres se aparecen ante Montenegro siempre con una máscara, y despojarlas de ese elemento es lo que le conducirá a la realidad”, explica.

“No todas las novelas deberían escribirse”

 Poeta, cuentista y narrador, Pérez Zúñiga se encuentra cómodo en estos géneros. Prueba de ello es esta novela, dotada de un gran componente lírico. “Puede haber poemas muy narrativos y novelas con mucho poder poético; lo poético para mí es una manera de entender el lenguaje, de atrapar la realidad en forma de lenguaje. Cuando cultivas esa manera de escribir, la puedas trasladar a cualquier género”, sostiene. 

“Disfruto mucho escribiendo novelas porque son proyectos que se van formando poco a poco y que necesitan una buena estructura”. El autor piensa en cada uno de sus libros “como si fuera el último” para así darle la mayor riqueza posible. “Nunca he escrito una novela que no quisiera escribir”, afirma en respuesta al balance de sus años como autor. Ahora, Pérez Zúñiga confiesa que tiene muchos proyectos en mente y un borrador de otra novela, pero se va a tomar un tiempo de descanso. “Soy de los que piensan que no todos los libros deben escribirse, sólo aquellos que te eligen a ti”, puntualiza.



miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ignacio Ferrando habla sobre "La piel de los extraños"



Hace unas semanas, entrevisté al escritor Ignacio Ferrando (Trubia, Asturias, 1972) por su último libro de Relatos, La piel de los extraños (Menoscuarto), un libro por el que está recibiendo elogiosas críticas. Podéis encontrar la entrevista al completo en este enlace a la web Culturamas.

Para no repetirme aquí, he decidido recuperar algunas de las frases más interesantes de la entrevista, a modo de resumen. La piel de los extraños nos presenta once relatos de esos que enganchan, que revuelven por dentro y luego nos dejan pensativos. En ellos, Ignacio Ferrando nos lleva a lugares muy lejanos (Tagfraut y el polvo de su desierto de dunas suaves; las calles silenciosas y desiertas de Nueva Cartago o los tejados de pizarra y las chimeneas de Misjory), pero que podrían estar a la vuelta de la esquina, en la boca del metro que cogemos todas las mañanas. Relatos que nos hablan fundamentalmente de identidad, de relaciones de pareja a través de las cuales comprendemos que no somos quienes creemos o nos decimos ser, historias con personajes al límite. Una brillante metáfora de la vida que llevamos actualmente. 



-"La piel de los extraños es, por ahora, mi libro más maduro. Sigue representando, eso sí, mi mundo personal, el de los comienzos, un dédalo frecuentando por mis miedos, por mis más feroces e insospechados recodos; el estilo, el lenguaje, todo, me resulta más propio".

 
-"Desde siempre me han interesado los relatos psicológicos, por lo que tienen de real y falso, por la empatía que suscitan, porque en ellos nos vestimos, durante unos minutos, de los que no somos".

-"Creo que mi relato favorito es “Liberación”, pero no estoy seguro. De lo que sí estoy seguro es de que no es el mejor relato, ni el más original, pero su voz es muy especial porque tiene una lírica muy fina y, a la vez, resulta brutal. Nunca antes he tenido tan presente esa sensación de ser, no autor, ni escritor, sino testigo de algo que me estaba siendo contado".


-"Cuando me planteo una trama, la ubico en un lugar que “me ayude a contar”, que sea, más que cartón piedra o espacio físico, un personaje más. El lugar me ayuda a consolidar el significado, a darle verosimilitud de la historia".

-"Es cierto que la identidad es uno de mis temas preferidos. Y si la identidad es, además de lo que somos, lo que los otros dicen que somos, existe una relación biunívoca entre las relaciones personales y de identidad. De ahí que me interesen tanto las relaciones de pareja como mecanismos para descubrir los límites y carencias de mis personajes".


-"Pocos entienden que escribir literatura es una pulsión y que, de nada vale escribir lo que otros quieren que escribas".


-"Mi éxito literario es, a la vez, mi trasparencia. Tengo la sensación de no existir, o existir apenas para el lector y para el mundillo literario, y eso me permite una fabulosa libertad creativa. Mi éxito literario (que es un fracaso en toda regla) es seguir trabajando en mis libros, lograr que mi puñado de lectores sea cada día mayor".